martes, 3 de noviembre de 2015

Trabajos con Vibración Constante


La Exposición periódica a vibraciones puede generar serias consecuencias a la salud de los trabajadores, asociándose sus efectos a enfermedades vasculares y musculoesqueléticas.








Las vibraciones son una cuestión cotidiana. Podemos sentirlas cuando nos subimos a un vehículo con motor (motocicleta, automóvil, transporte público, etc.) o cuando utilizamos alguna herramienta en nuestros hogares, como un taladro. Sin embargo, esto no nos genera problema alguno, debido a que se trata de situaciones puntuales que no se sostienen en el día y que aparecen casi como imperceptibles.

La situación cambia radicalmente cuando nos centramos en personas que se dedican durante gran parte de su jornada a manejar un vehículo, a trabajar sobre superficies que vibran (como por ejemplo, en el caso de un operario que supervisa el funcionamiento de un chancador) o a utilizar máquinas que basan su funcionamiento en la transmisión de vibraciones (como el caso de los rotomartillos en la industria de la construcción). 



Fuentes de Riesgo


Los efectos de las vibraciones sobre las personas abarcan las molestias, la disminución del rendimiento pasando por el riesgo para la salud hasta el daño de la salud. 

Las vibraciones se manifiestan como:

Vibraciones localizadas en el segmento mano-brazo durante trabajos con máquinas-herramientas vibrantes, por ejempo, al trabajar con esmeriladoras, martillos de cincelado, apisonadoras y placas vibrantes, martillos quebrantadores, martillos picadores y taladros, sierras de cadena.

Las vibraciones del segmento mano-brazo dañan la percepción subjetiva, la coordinación de la motrocidad fina y la capacidad de rendimiento y, en caso de exposición por muchos años, pueden provocar además:

  • Trastornos de irrigación sanguínea (enfermedad de los dedos blancos)
  • Trastornos de nervios,
  • Alteración de músculos 
  • Daños en huesos y articulaciones


Vibraciones del cuerpo entero en máquinas de trabajo móviles, por ejemplo, en camiones empleados en obras de construcción, en máquinas de trabajo forestales, en niveladoras, en cargadores de rueda y de cadena, en tractores, en carretillas elevadoras sobre terrenos desnivelados, en vehículos militares. También son posibles los riesgos en puestos de trabajo estacionarios si éstos se encuentran al lado de grandes máquinas, por ejemplo, cuadros de control junto a compresores o troqueladoras.

Las vibraciones del cuerpo entero pueden:

  • Influenciar las funciones de los sentidos (alteraciones del equilibrio, cinetosis, trastornos de la visión)
  • Perjudicar la coordinación de la motrocidad fina y la capacidad de rendimiento
  • Provocar dolencias estomacales
  • Conducir a dolencias o enfermedades de la columna vertebral



La exposición del trabajador depende de:

La intensidad de las vibraciones
La frecuencia
La duración del efecto
La forma de trabajar
La labor a realizar


Nuestra legislación presenta valores máximos de exposición para el caso de exposición global y de segmento mano-brazo (Decreto Supremo N° 594, de 1999, del Ministerio de Salud).

Los medios de protección se asocian con la reducción de la vibración en el origen, por medio de asientos y empuñaduras, que además tengan un diseño ergonómico.

También se puede optar por aislar las vibraciones por medio de aislantes a nivel de elementos elásticos en los apoyos de las máquinas o de plataformas vibrátiles, a nivel de empuñaduras, asientos, etc. Importante también es considerar la opción de utilizar tecnologías que generen menor nivel de vibraciones. El tiempo de exposición también es un elemento importante de considerar, ya que a menor tiempo, menor es la exposición.

Por último, la obligación de informar la presencia de dichos factores, así como sus medidas preventivas, son otra herramienta de la cual valerse para que los trabajadores conozcan el problema al que se enfrentan y cómo hacerlo de mejor forma.

Fuente: Revista HSEC

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